Azores

El viaje desde Cuba, 27 dias, no nos ha parecido largo. No hemos parado en las Bahamas, ni en las Bermudas, no tenemos dinero en esses “paraisos fiscales”, mas sobre tudo porque el tiempo nos empura a passar al Norte de las Bermudas y despues ir al Este. Un buen tiempo, dias enteras sin tocar las escotas, viento de traves, muchas sargasas tambien, entonces no pescado, y poco antes de llegar a Faial el espectaculo de 4 ballenas azul quien cruzamos muy cerca, un gran momento. Vamos navegar un tiempo juntos con Jean Louis Clemendot, pero el va parar en las Bermudas y de facto lo esperamos en Horta, frente a un cerdo assado regalado por el Peter Cafe Sport, quien celebra tambien su centenario. Un salto hasta Graciosa que ya no conociamos y quien nos encanta. Son todas diferentes essas islas, y en Graciosa approvechamos del calma del puerto, de la tranquilidad de la isla, de las largas caminatas, de las fiestas tradicionales.
Estava previsto, Stephane llega a Horta con Enzo y Louison. Por supuesto Manon tambien es aqui.Tenemos un programa muy intenso : la caldeira, el encuentro con las ballenas, visita del Peter Cafe Sport con “Peter” Jose Henrique Azevedo, la refeccion de la pintura de Skøiern en el muele, y sobretudo, y para los hombres solamente! la subida del Pico, 2351 m, el techo de los Azores ! Una revancha sobre el primer ensayo de 2007, una promessa cumplida. Fue magnifico y gracias a nuestro guia, Luis, no tan duro. Horta es tambien la “Semena do Mar”, onde el Capitan, “Capi”, tendra el privilegio de remar en un bote ballenero para la procesion de Nuestra Senhora da Guia (patrona de los pescadores ) , regatas de botes balleneros, desfiles, grupos folkloricos… De regreso a Graciosa con Manon, visitemos las entrañas borboteantes de Furna do Enxofre, encontramos Catherine, marinero varado desde años en el pequeño pueblo de Luz, otras fiestas, touradas…
Pensamos por supuesto a regressar, entonces nos acercamos hasta Praia da Vitoria quien nos gusta mucho. No hay ninguna ventana prevista, pero un ciclon quien nos empure a refugiarnos en Ponta Delgada, y luego, de la misma manera, llegamos a Santa Maria.
Al fin de Octubre, como el tiempo no es verdaderamente bueno decidemos passar el invierno en Vila do Porto, bien protegidos en esta pequeña isla, nuestras familias y amigos van esperarnos algunos meses mas antes de vernos de nuevo. Santa Maria es bellisima, poca poblada, podemos caminar horas en plena naturaleza, sin coches, con nuestro perro libre de correr, ir brincar con las vacas o la mula de Yann…El clima es mejor que en las otras islas, mas mediterraneo, un poco mas lejos de las grandes tempestades del Atlantico del Norte. Aprovechamos tambien desta escala para hacer los traballos previstos, el pequeño astillero del puerto nos ayuda bien, y lo que no podemos encontrar en la isla lo encomendamos, los paquetes toman tiempo mas llegan, y cada vez es como Navidad.

En primavera vamos navegar para Bretaña, vamos hacer une granda fiesta para nuestro barco, luego iremos en Grimstad para hacer de nuevo una belle fiesta.

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