Una vez cruado el Golfo de Penas, entramos por fin en las canales : Canal Messier para empiezar, ancho, y tenemos la suerte de navegar con viento de popa. Los fondeados en las caletas siguense, siempre al mas cerca de las arboles, de los musgos y liquenes, bien protegido cuando aula el viento. Pasaremos demiasiado rapidamente en Puerto Eden, ultimo refugio de los Kawesqar, pero el mal tiempo no nos permite de retrasarsenos. No queda que algunas familias indias, los otros son en Puerto Natales o Punta Arenas, no han desaparecido. Ahora los niños celebran Haloween….
Durante 2 meses vamos vivir solos en essa naturaleza que no ha cambiado desde 10 000 años. No hay carreteras, no hay casas, algunos pescadores, barcos hundidos, aves, delfines, nutrias y lobos. Pensamos a los quien adelantan nos, leemos de nuevo Slocum, veemos una vez mas la pelicula “Feurland”, de la expedicion alemana de 1928, con Gunther Plüschow, Capitan de su velero y su hidroavion. Han encontrado los ultimos canoeros, podemos leer en sus miradas que saben que son un pueblo condenado, superviviente. Llegamos demasiado tarde, por supuesto, pero nos queda el sentimiento de compartir el mismo medio ambiante que ellos, de beber a las mismas fuentes, cortar los mismos arboles para calentarnos, de encontrar los mismos animales. Pensamos a su vida de nomades, desprovisto de todo, el el frio, el viento y la lluvia cuando reencontramos la calurosa de nuestro estufa.
Lentamente caminamos en los canales, Concepcion, Inocentes, Sarmiento, Magallanes, Cockburn, Brecknock….y por fin el Beagle y sus fantasticos glaciares. Aqui encontramos de nuevo el mismo espectaculo que en Alaska, la misma vegetacion alpina, pero los condores han reemplazado los aguilas. La Cordillera Darwin, el ventisquero Romanche nos fascine. En la caleta Beaulieu dejamos una huela, talvez volveremos?